viernes, 21 de marzo de 2014

Os escribo desde la Unión Europea



Tal vez algunos de vosotros penséis, por el título de este post, que os estoy escribiendo desde Bruselas o Estrasburgo. Al fin y al cabo, cada vez que oímos hablar de la Unión Europea nos suelen venir a la mente los edificios de la Comisión o del Parlamento Europeo que aparecen en los telediarios. Pues no. Os estoy escribiendo desde una habitación de mi casa, en Madrid.

Y es que esa habitación es la Unión Europea, al igual que también lo es el parque por el que sacamos a pasear a nuestro perro, la panadería en la que compramos todos los días, la carretera por la que pasamos para ir a nuestro trabajo… la Unión Europea es Bruselas y Estrasburgo, pero también lo son Madrid, Albacete, Orense, Bucarest, Pisa o Cambridge.

Sin embargo, siempre pensamos que la Unión Europea es algo lejano, algo que no nos toca directamente, y no podríamos estar más equivocados. Las decisiones que se toman diariamente en las instituciones europeas afectan a nuestra vida cotidiana: a lo que comemos, a lo que visitamos, a lo que estudiamos… y, por ello, no podemos ni debemos permanecer ajenos a lo que allí se decide. 

La mejor manera de participar en la Unión Europea y, por tanto, de influir en las normas que posteriormente se nos van a aplicar a nosotros mismos es a través del ejercicio de nuestro derecho al voto. El 25 de mayo se van a celebrar las elecciones al Parlamento Europeo y no debemos quedarnos en casa. Entiendo el desánimo de muchos, y más si tenemos en cuenta que los dos partidos mayoritarios hablarán de cualquier cosa menos de Europa, como si fuera algo que no nos incumbe. Pero no todos los partidos políticos son así. Por ello, os invito a que asistáis mañana al acto de presentación de candidatos de UPyD, porque allí se hablará de tu casa y de la mía: se hablará de la Unión Europea.


jueves, 13 de marzo de 2014

Yo ejerzo el voto útil. Y, ¿tú?



No podría estar más de acuerdo con alguien que con el diputado nacional del Partido Popular, Alfredo Prada, cuando afirmó el pasado 30 de enero que de cara a las elecciones europeas del próximo 25 de mayo "el único voto que vale, nos guste o no nos guste, es el voto útil". Es más, yo no limitaría esta premisa a las elecciones europeas sino que también la extendería a las elecciones nacionales, autonómicas y municipales.


Cada vez que depositamos nuestro voto en una urna debemos hacerlo con el convencimiento de que dicho voto va a ser útil, que va a significar alguna mejora o beneficio para el conjunto de la sociedad. Esto es algo que siempre ha defendido Unión Progreso y Democracia, y así lo recordarán los ciudadanos de las Comunidades Autónomas de Madrid y el País Vasco, entre otras, dado que tanto Luis de Velasco como Gorka Maneiro repitieron ese eslogan hasta la extenuación durante sus respectivas campañas electorales.


Ahora bien, tampoco podría estar más en desacuerdo con alguien que con el propio diputado popular, para quien el voto útil "significa votar PP o PSOE". Dudo mucho que el voto útil entienda de siglas, pues una siglas, por sí solas, no reportan o deberían reportar beneficio alguno a nadie. El voto útil entiende de trabajo, de compromiso, de honradez.


Dejadme que os cuente algo. Hace cinco años, en el 2009, yo no era afiliado ni simpatizante de UPyD. Era lo que sois ahora mismo muchos de vosotros: una persona descontenta con los dos "partidos grandes" que vio en UPyD un último rayo de luz en el panorama político español. Ese año decidí prestarle mi confianza a Francisco Sosa Wagner durante cinco años con la intención de pedirle cuentas ahora, justo ahora, a dos meses de unas nuevas elecciones al Parlamento Europeo. Y eso es lo que voy a hacer: ¿Fue mi voto útil en aquella ocasión o no? La mejor manera de responder a esta pregunta es a través de datos objetivos (los podéis encontrar todos en la página web del propio PE http://www.europarl.europa.eu/meps/es/search.html?country=ES).


Durante estos cinco años, Francisco Sosa Wagner ha sido miembro de la Comisión de Industria, Investigación y Energía, de la Delegación en la Comisión Parlamentaria Mixta UE-México, y de la Delegación en la Asamblea Parlamentaria Euro-Latinoamericana. También ha sido suplente de la Comisión de Desarrollo y de la Delegación para las Relaciones con los Países del Sudeste Asiático y la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático. Ha intervenido en 146 ocasiones en la sesión plenaria del Parlamento Europeo y ha formulado 247 preguntas parlamentarias.


Desde luego, a la vista de estos números parece que si ha trabajado a lo largo de esta legislatura. Pero, ¿qué han hecho, durante este mismo período de tiempo, los que fueran cabezas de lista de los dos partidos políticos nacionales mayoritarios?.


Jaime Mayor Oreja fue el candidato que encabezó la lista del PP en esas elecciones. Ha sido miembro de la Comisión de Asuntos Constitucionales y de la Delegación para las relaciones con Japón, y suplente de la Comisión de Asuntos Exteriores y de la Delegación para las Relaciones con Albania, Bosnia y Herzegovina, Serbia, Montenegro y Kosovo. Durante estos cinco años ha intervenido 14 veces en sesión plenaria (132 veces menos que Sosa Wagner) y tan sólo ha formulado una pregunta parlamentaria (246 menos que el candidato de UPyD).


El PSOE, por su parte, eligió a Juan Fernando López Aguilar para encabezar su lista, quien durante estos cinco años ha ejercido como Presidente de la Comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior, ha sido miembro de la Conferencia de Presidentes de Comisión y suplente de la Delegación en la Asamblea Parlamentaria Paritaria ACP-UE. Ha intervenido 116 veces en sesión plenaria (30 veces menos que Sosa Wagner) y ha planteado 46 preguntas parlamentarias (201 preguntas menos).


Volviendo a la pregunta que me planteaba antes: ¿fue o no útil mi voto en las elecciones al Parlamento Europeo celebradas en 2009? A la vista de los datos anteriores puedo responder, de manera tajante, que sí. Francisco Sosa Wagner ha sido un ejemplo de trabajo, de entrega, de compromiso, de honradez. Y eso es lo que verdaderamente es el voto útil, no la pertenencia a unas determinadas siglas. El próximo 25 mayo yo volveré a ejercer el voto útil. Y, ¿tú?